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Obra en libertad

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                  Pdfs de Lancelot, 28-7º , Oda a María Ana , Media hora jugando a los dados y Crimen , que componen el conjunto de la "Obra en libertad" de Agustín Espinosa, con los textos complementarios de esos títulos críticamente anotados.  Pueden descargarse pinchando directamente en cada portada, y todos los volúmenes, menos el primero (editado anteriormente por La Página con unas pocas erratas corregidas en la nueva edición), pueden conseguirse a través de lulu.com o de amazon. NOTA:  Cuatro años después, he detectado que, en la lectura que se hace del tomo de Lancelot  a través de algunos artefactos, desaparecen los guiones largos (¡tan del gusto de nuestro escritor!), por lo cual aporto aquí un  nuevo pdf  a partir del escaneo de las ediciones de La Página e Insoladas (ya que el vicio se origina en el pdf de la edición de La Página, por motivos que me son indescifrables). Solo incluyo los "Textos", porque para la lectura de  Lancelot  es mejo

Las nubes de André Derain

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Al final de su "Ensayo de una estética del Valle" (1927), Agustín Espinosa imagina una estatua del Nietzsche esteta "hecha con sombras de nubes deriánicas sobre la pantalla esmeralda mar en tierra del platanar". Aunque muchas de sus referencias plásticas de los años 20 parten del Realismo mágico de Franz Roh, que tanto influyó en España, en este caso es a otros cuadros de André Derain donde va a buscar las nubes nietzcheanas. Uno de los que más nos sorprenden es este de las salinas de Noirmoutier, por su coincidencia con uno de los paisajes más característicos de la isla a que poco después dedicaría Espinosa su libro: Aunque sin nubes, más cercano a Lancelot  está este dibujo, cuya datación tampoco conocemos: En la "nueva literatura" canaria, Derain nos suena ante todo por el artículo que Ernesto Pestana, el mejor amigo de Espinosa, le dedicó en 1929 y que reproduzco de la edición de Nilo Palenzuela: Las obras de Derain a que Ernesto Pestana alude en la se

"Crimen", "Lancelot"

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Se ha publicado en Peter Lang una  recopilación de ensayos  sobre el surrealismo que incluye buenos artículos sobre Agustín Espinosa y el surrealismo canario. Vanessa Rosa Serafín se ocupa de  Crimen , Patricia Pareja (coeditora del volumen y autora de muchos trabajos brillantes sobre el surrealismo) relaciona a los canarios con la exposición del grupo belga de La Louvière en 1935, Marta Gómez González con los surrealistas de la coetánea Checoslovaquia y el poeta y ensayista Isidro Hernández enfoca las decalcomanías de Domínguez en tanto origen del "automatismo absoluto". Por otra parte, Melchor López acaba de publicar su segundo "cuaderno de Lanzarote", que presenta como cierre de su trayectoria poética. Su título:  Para llegar a Samarín .  No sorprende que surjan algunas referencias espinosistas (puesto que ya estaban presentes en sus poemarios anteriores), y desde el comienzo, con el poema "El camello hacia el abismo", un camello liberado de su arado. &

Emeterio Gutiérrez Albelo: "Film vampíresco"

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Aunque Agustín Espinosa, en su extraordinaria reseña de Romanticismo y cuenta nueva ,   no sitúa "Film vampírico" en la élite de los poemas que componen el libro, sí que se trata de uno de los más memorables. Hoy nos permite dos curiosas calas.  En el número 4 de Documents (septiembre de 1929), el "Diccionario" de Bataille dedica una entrada al vocablo "Ojo". Georges Sebbag, en el ensayo que le ha dedicado a la revista, tampoco deja escapar su importancia, tratándose de un motivo bien estudiado en áreas surrealistas por los "casos" Apollinaire / Chirico y Brauner / Domínguez, para no hablar de la secuencia inicial de Un perro andaluz o de la Historia del ojo del propio Bataille. En abril de 1933, Emeterio Gutiérrez Albelo publica en el número 14 de Gaceta de Arte el poema a que nos referimos, que luego formará parte de la sección "El rincón de las figuras" de Romanticismo y cuenta nueva . La imagen inicial es bastante probable que s

Lo que el poeta Melchor López vio en Lanzarote

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Melchor López es uno de los poetas más valiosos que hay en Canarias, con una depurada trayectoria iniciada en 1995 con Altos del sol y continuada en 1997 con El estilista , en 2003 con Oriental , en 2006 con Fama del día seguido de Escrito en Arrieta , en 2013 con De la tiniebla (dibujos de Stipo Pranyko), en 2014 con Dos danzas , en 2018 Según la luz , en 2020 con Niño  y en 2021 con Cuaderno de Cabo Verde , a la espera de que aparezca Para llegar a Samarín , título con el que piensa cerrar su aventura poética, lo que es un propósito no muy de nuestro agrado si tenemos en cuenta que Melchor López nació en 1965 y se encuentra en plenitud de facultades. Esto de nacer lo hizo en la Isla Baja tinerfeña (Los Silos), pero desde hace unos cuantos lustros reside en Lanzarote, cerca de los Jameos del Agua y más concretamente en el cuello marino de la "isla potra" de Agustín Espinosa. Muy interesado por la obra de Espinosa, animó hace unos cuantos años la Bienal dedicada a nuestro esc

Agustín Miranda Junco

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Ya era Agustín Espinosa un escritor hecho y derecho cuando surgió en La Rosa de los Vientos  Agustín Miranda Junco, colaborando en ella con poemas y firmando el célebre manifiesto del grupo, pese a que solo tenía dieciciete años. También aparece en "La Nueva Literatura" y lee poemas con sus amigos, entre los cuales no parece haberse encontrado Emeterio Gutiérrez Albelo, quien le dedicará un mordaz poema. Miranda Junco pronto se envereda por los caminos de la crítica, convirtiéndose en un habitual de la exigente Revista de Occidente . Hizo amistad entrañable con Espinosa, tanta como Pestana o Emeterio, y se encontrarán con frecuencia en Madrid, a donde Agustín Miranda se trasladó. Recordemos que Espinosa le dedicó en 1929 el delicioso artículo "Óptica de Agustín Miranda" (firmado en febrero en Arrecife), en que fabulaba a partir del manuscrito de su poemario Tiovivo de las vacaciones , que nunca vería la luz. Esto viene a cuento de que se acaban de publicar sus Carta

Espinosa, por Nilo Palenzuela

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Acaba de publicarse un brillante trabajo de Nilo Palenzuela, fino estudioso de la obra de Agustín Espinosa y editor de Lancelot , originado en una conferencia impartida hace un par de años en la Universidad de La Laguna. Aunque está incluido en el colectivo Bajo el signo de Espinosa , ofrece el interés de poderse leer en papel, que es lo filológico, y no esa miseria de revistas universitarias que, en tiempos de facilidad editorial como no han existido nunca, prefieren el miserabilismo de lo exclusivo virtual.

El exvoto perdido

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Aunque quería que la entrada del número dedicado por la Revista de Filología a Agustín Espinosa durara en cabecera bastante tiempo, ya estaba pensando hace un par de semanas incluir una nota sobre André Derain y Espinosa. El día en que decido hacerlo (pero al final me olvido), por la noche tengo un sueño curioso. Voy en guagua, con poca gente. Al subir una calle empinada, la guagua se queda atascada. El chófer se marcha y vuelve con cosas para los pasajeros. A mí me da la reproducción a gran tamaño y en colores de la estampa de un exvoto en que se ve la isla de Lanzarote (aunque su forma parece más bien una mixtura de Lanzarote y Tenerife) con la Virgen arriba y debajo campesinos arando con camellos. Los camellos son como el que dibujó Espinosa en el “Elogio de la cisterna con sol”, pero los personajes hacen pensar a la vez en los que hace unos días vi en una revista donde venían unas acuarelas de Jean-Claude Silbermann y en los de las pinturas y dibujos de Guy Girard (ambos son figura